Bayer pronosticó el martes que su fármaco experimental contra los coágulos sanguíneos podría generar más de 5.000 millones de euros (5.400 millones de dólares) en ventas anuales, mientras la compañía trata de reactivar el precio de sus acciones, que ha suscitado el interés de inversores activistas.
La primera previsión de ingresos para el asundexano, diseñado para prevenir la trombosis y los accidentes cerebrovasculares, muestra la confianza de Bayer en que puede sustituir los ingresos de uno de sus superventas farmacéuticos, Xarelto, que perderá la protección de patentes europeas en 2026.
A pesar de las recientes victorias del grupo alemán en los tribunales, sus acciones se han visto lastradas por los litigios sobre el herbicida Roundup y la contaminación medioambiental con sustancias químicas conocidas como PCB. Ambos son problemas heredados de Monsanto, que Bayer adquirió por más de 60.000 millones de dólares en 2018.
El anticoagulante de próxima generación es una de las cuatro nuevas esperanzas de medicamentos que Bayer dijo el martes que tenían un potencial de ventas pico combinado de más de 12.000 millones de euros.
Eso incluyó una mejora de las perspectivas para el medicamento renal Kerendia, con un potencial de ventas anuales que ahora se ve en más de 3.000 millones de euros.
En el caso de asundexian, los resultados positivos sobre la seguridad de las hemorragias en ensayos de fase intermedia apuntalaron las esperanzas de que los cardiólogos se pasen al nuevo fármaco. La empresa está llevando a cabo ensayos mucho más amplios en la última fase para comprobar su eficacia.
Asundexian pertenece a una nueva clase de fármacos conocidos como inhibidores del factor XI, que también ha atraído a Novartis y a su socio, la empresa de capital riesgo Blackstone. Han creado Anthos Therapeutics para desarrollar el fármaco biotecnológico abelacimab.
