Hasta hace 20 años, la solución para reparar venas consistía en una cirugía de varias horas, hoy un dispositivo médico puede hacer grandes cambios al sistema vascular sin necesidad de operar.
BMC Medical Manufacturing es una empresa mexicana con más de 12 años en el mercado, dedicada al diseño, desarrollo y fabricación de dispositivos médicos clase uno, dos y tres. Estas clasificaciones varían dependiendo el nivel de invasión física, por ejemplo; una gasa hemostática es clase uno, un suero intravenoso es clase dos y un implantable que permanece en el organismo durante días, meses o de por vida, se trata de un clase tres, como lo sería un marcapasos.
En 2022 renovaron y ampliaron una planta de producción en Apodaca, Monterrey, con tres cuartos limpios clasificación ISO-7, es decir, espacios diseñados para mantener bajos niveles de contaminación durante la elaboración de dispositivos y fabricación de medicamentos.
“Hacemos todo el desarrollo, desde prototipar una idea y validarla, hasta obtener todas las aprobaciones de acuerdo a las regulaciones ya sean de Cofepris en México o de la FDA en Estados Unidos”, afirma Pedro Lecea, Director de BMC Medical Manufacturing.
Arturo Vargas, Director General de Grupo Levbeth, asegura que parte del éxito de la empresa se debe a su estrategia de ubicación, ya que hay dispositivos desplegados en toda la República y que pueden llegar a cualquier consultorio en cuestión de minutos “En este negocio, a diferencia de otros, salvamos vidas, el no tener el dispositivo correcto a tiempo puede costar la vida de un paciente”.
Mientras BMC desarrolla nuevas tecnologías, la empresa Levbeth se encarga de introducir dispositivos médicos de otros países. Este modelo de trabajo garantiza la investigación nacional y también, cubrir el abasto de las personas que sufren algún tipo de enfermedad vascular y cardiovascular, y que en México, representó la principal causa de muerte en 2021.
