La farmacéutica estadounidense Merck, conocida como MSD fuera de Estados Unidos para evitar la confusión con el laboratorio alemán del mismo nombre, ha sacado la chequera para reforzarse con la compra de Prometheus Biosciences. Merck pagará 200 dólares por acción, lo que supone una prima del 75% sobre la última cotización de la compañía de San Diego (California), valorada a ese precio en uno 10.800 millones de dólares (algo más de 9.700 millones de euros al cambio actual).
La empresa con sede en Rahway (Nueva Jersey) ha estado buscando posibles adquisiciones para impulsar su cartera de nuevos productos antes de que Keytruda, su terapia contra el cáncer más vendida, pierda la protección de la patente a finales de esta década. En noviembre, Merck acordó comprar Imago BioSciences, una biotecnológica que desarrolla tratamientos contra el cáncer de sangre, por 1.350 millones de dólares (1.220 millones de euros).
La operación ha sido anunciada este domingo en un comunicado conjunto de las dos compañías. Prometheus es una empresa de biotecnología californiana centrada en la investigación de enfermedades autoinmunes, pero sin productos aún en el mercado. Tiene compuestos en fase de ensayos clínicos y un enfoque de medicina de precisión para el descubrimiento, desarrollo y comercialización de nuevos fármacos terapéuticos y de diagnóstico complementario para enfermedades inmunomediadas.
El principal candidato de la empresa a ser aprobado, el compuesto PRA023, es un anticuerpo monoclonal para tratamiento de enfermedades inmunomediadas, incluidas la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y otras afecciones autoinmunes. El PRA023 también se está probando para tratar la esclerosis lateral amiotrófica asociada a la esclerosis múltiple.
La adquisición está sujeta a la aprobación de los accionistas de Prometheus Biosciences, pero el alto precio despeja casi todas las dudas. Los progresos en los compuestos de la empresa han provocado que las acciones de la empresa se hayan revalorizado un 263% en los últimos 12 meses, desde los poco más de 30 dólares a que cotizaban en abril de 2022 hasta los 114 del pasado viernes. A eso se suma ahora la prima ofrecida, del 75%. El cierre de la transacción, previsto para el tercer trimestre, está sujeto al visto bueno de las autoridades de competencia y otras condiciones habituales en operaciones así.
“En Merck, estamos comprometidos a cumplir nuestro propósito de salvar y mejorar vidas y seguimos identificando y asegurando oportunidades en las que la ciencia convincente y la creación de valor se alinean”, ha dicho Robert M. Davis, presidente y consejero delegado de Merck, a través de un comunicado. “El acuerdo con Prometheus acelerará nuestra creciente presencia en el campo de la inmunología, en el que sigue habiendo importantes necesidades no satisfechas de los pacientes. Esta transacción añade diversidad a nuestra cartera global y es un elemento importante a medida que reforzamos el motor de innovación sostenible que impulsará nuestro crecimiento hasta bien entrada la próxima década”, ha añadido.
“Prometheus se creó para revolucionar el tratamiento de las enfermedades inmunomediadas mediante la aplicación de un potente enfoque de medicina de precisión”, ha señalado por su parte Mark McKenna, presidente y director ejecutivo de Prometheus Biosciences. “Este acuerdo con Merck, líder en investigación y desarrollo biofarmacéutico, permite a Prometheus maximizar el potencial de PRA023, al tiempo que continúa aplicando nuestra tecnología y experiencia para impulsar nuevos descubrimientos que aborden las necesidades de los pacientes con trastornos inmunológicos.”
La expiración de patentes está impulsando las fusiones y adquisiciones en todo el sector farmacéutico. En total, las grandes empresas farmacéuticas estadounidenses pueden perder más de 200.000 millones de dólares (180.000 millones de euros) en ventas anuales hasta 2030, siendo Merck una de las más afectadas, según informa Bloomberg.
“Merck es la más expuesta a la expiración de patentes entre las grandes farmacéuticas, con 55.000 millones de dólares (49 millones de euros) en ventas que perderán protección en el periodo 2023-2030″, indican los analistas. “Keytruda representa el 60% y podría enfrentarse a la competencia de los biosimilares a partir de 2028″, añaden.
