Los Laboratorios de Especialidades Inmunológicas (LEI) se remontan a tres décadas atrás, cuando el Maestro Juan Padierna Olivos ejercía como profesor investigador en el Departamento de Inmunología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas.
En aquel entonces, los esfuerzos de Juan y su hermano Luis Padierna se centraban en la inmunoterapia y la investigación en Ciencias Biológicas. En 1991, tras adquirir experiencia en el campo científico y docente, ambos decidieron fundar un pequeño laboratorio. «En aquel entonces, nuestros análisis clínicos se enfocaban en VIH SIDA, ya que no existían laboratorios que pudieran realizar ese perfil inmunológico», comenta Juan, hoy director general de LEI.
Desde sus inicios, aunque las metodologías eran sencillas, entregaban resultados de calidad que les permitieron continuar en proyectos de investigación. «Actualmente, LEI se distingue como un laboratorio de alta especialidad. Trabajamos desde cultivos celulares, hemoderivados y extractos bacterianos hasta biotecnológicos como moléculas recombinantes», añade Padierna.
La clave para mantener sus altos estándares radica en los profesionales del equipo. «LEI apostó al conocimiento, por lo que incorporamos personalidades que elevaron la calidad de nuestro trabajo», asegura el entrevistado.
El Maestro Padierna asegura que nueve de cada 10 empresas farmacéuticas en México, tanto transnacionales como locales, han requerido alguna vez los servicios de los Laboratorios de Especialidades Inmunológicas.
Investigación y Desarrollo Actual:
LEI ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo control de calidad, protocolos de estabilidad, estudios especializados, e investigación y desarrollo. Recientemente, ha enfocado sus esfuerzos en la microbiota intestinal y ha trabajado en el desarrollo de nuevas metodologías para cultivos celulares, así como la antitoxina tetánica humana, un anticuerpo que neutraliza la toxina del tétanos.
Uno de sus trabajos más destacados es el Índice de Biocomparabilidad. «Cuando un medicamento biotecnológico de marca está próximo a vencer su patente y otro laboratorio busca replicar la invención, debe demostrar que el biocomparable es lo suficientemente semejante al original para ser usado en humanos», agrega el Maestro Padierna.
El Índice de Biocomparabilidad mide la semejanza a través de diversos parámetros, permitiendo ahorrar tiempo y garantizar una revisión exhaustiva mediante un software diseñado por LEI.
El estudio de la farmacocinética, que analiza cómo el cuerpo procesa los medicamentos, es otra área focal. Según Juan Padierna, «la biología molecular es el futuro en la industria farmacéutica».
Además de sus plataformas comerciales, LEI es un Laboratorio Tercero Autorizado por COFEPRIS, contribuyendo al control de calidad de medicamentos e insumos para la salud en colaboración con el Gobierno.
Futuro en la Biología Molecular:
El desarrollo biotecnológico será clave para combatir padecimientos complejos. Proteínas o péptidos modifican el comportamiento de enfermedades, como interferones, interleucinas, anticuerpos monoclonales y hormonas, entre otros.
La medicina de precisión se abre paso en el desarrollo de medicamentos más innovadores y eficaces al utilizar información genética y proteica para tratar enfermedades. LEI aspira a ser reconocido por la Organización Mundial de la Salud y a ser uno de los laboratorios extranjeros autorizados por Colombia.
