Para principios de 2024, México enfrentaba una brecha significativa entre la cantidad de pacientes necesitados de trasplantes y el número limitado de donantes disponibles. Sin embargo, ante este desafío, surge una innovadora alternativa: la impresión caótica.
Desarrollada por los profesores investigadores Grissel Trujillo y Mario Álvarez, del Tecnológico de Monterrey, esta técnica revolucionaria podría ser clave en la biofabricación de tejidos y órganos. A diferencia de la impresión 3D convencional, la impresión caótica utiliza flujos de materiales viscosos para crear estructuras similares a tejidos humanos, con precisión microscópica.
Según Trujillo, esta tecnología promete una fabricación eficiente y controlada, vital para preservar la integridad celular en procesos de bioimpresión. Sus aplicaciones son vastas, abarcando desde medicina regenerativa hasta la producción de alimentos. Por ejemplo, podría reducir la dependencia de donantes de órganos, facilitar la investigación farmacéutica y ofrecer alternativas sostenibles en la producción de alimentos, como carne cultivada en laboratorio.
Este avance no solo representa un hito en la ciencia mexicana, sino también un potencial cambio de paradigma en la biofabricación global. Actualmente Grissel Trujillo, junto con Mario Álvarez y un grupo de empresarios, crearon Forma Foods, una startup que imprime carne, tomando una biopsia del ganado, aislando las células madre en un bio reactor, donde las multiplican y estimulan para crear músculo esquelético con nutrientes y sabor similares a la carne tradicional.